La Frontera México-Estados Unidos. Conflictos, Retos y Oportunidades para el Manejo Local y Binacional del Agua
José Luis Castro Ruiz[1]; Alfonso A. Cortez Lara2; Vicente Sánchez Munguía3, El Colegio de la Frontera Norte [1] Profesor investigador de El Colegio de la Frontera Norte en su sede de Monterrey, N.L., jlcastro@colef.mx 2 Profesor investigador de El Colegio de la Frontera Norte en su sede de Mexicali, B. C., acortez@colef.mx 3 Profesor investigador de El Colegio de la Frontera Norte en su sede de Tijuana, B. C., vsanchez@colef.mx
El acceso seguro al agua es una cuestión que ha venido preocupando a diversos sectores de la comunidad internacional. Inquieta sobre todo el potencial conflicto que pudiera implicar la competencia por el recurso en el futuro inmediato. Un conflicto que resultaría de la incertidumbre y la presión por el acceso en cantidad y calidad, así como de manera equitativa al preciado recurso, en el marco de una demanda creciente motivada por el crecimiento de la población y las actividades económicas en las regiones áridas y semiáridas del mundo (Cortez, Whiteford y Chávez, 2005).
La frontera entre México y los Estados Unidos se localiza en una región bajo condiciones de disponibilidad limitada de agua y en medio de una dinámica acelerada de crecimiento demográfico y económico. Esta tendencia se ha mantenido y ha dado por resultado grandes aglomeraciones urbanas en ambos lados de la frontera, paralelamente a importantes complejos de tipo industrial y de los distritos de riego más grandes en cada país.
Sin el agua, difícilmente se podría imaginar el desarrollo de las economías regionales en ambos lados de la frontera dado el grado de interdependencia actual y donde el crecimiento de la demanda urbana se ha incrementado de manera exponencial en años recientes. Lo anterior se torna aún más crítico cuando se observa un uso y manejo ineficiente e inadecuado tanto en la agricultura, que utiliza el 87 por ciento del total, como en los usos urbanos existentes.
Adicionalmente, en la historia de las relaciones binacionales entre ambos países han emergido situaciones claras de conflictividad. Un caso sonado tuvo lugar en 2001 cuando México no pudo cumplir de manera oportuna con los compromisos asumidos en el Tratado de Aguas de 1944, en relación a las cantidades de agua pactadas para entregar al segundo a través del río Conchos en la cuenca media del Río Bravo/Grande, lo que resultó en un adeudo de agua que afectó a los Estados Unidos. Al otro extremo de la frontera, en la cuenca baja del río Colorado se subraya el conflicto del proyecto de revestimiento del Canal Todo Americano que con argumentos de potenciales daños para México fue procesado en 2006 en cortes federales estadounidenses y donde no se concretó un arreglo en términos de buena vecindad que el Tratado bilateral implica.
Este trabajo hace una relación sucinta de la problemática relacionada con el agua en la Frontera México-Estados Unidos, teniendo como referente el marco institucional por el cual se rigen las asignaciones de las aguas superficiales de las principales cuencas transfronterizas. El propósito es elucidar las características hidropolíticas de la región y como ello a creado un clima de incertidumbre y potencial para inducir diferencias internacionales. Al mismo tiempo, se analiza como dichos conflictos representan oportunidades de alcanzar acuerdos para mejorar el aprovechamiento y la gestión del agua en el marco de la cooperación binacional con una perspectiva de mayor alcance, lo cual no quiere decir que los arreglos se hayan logrado con facilidad, sin costos sociales y en corto tiempo.
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